Al final la danza de la lluvia hizo su efecto y pude disfrutar de las únicas carreras que últimamente me salen bien, las que se realizan bajo la lluvia.
La diferencia esta vez fue que el martes tenia montado el cockpit y pude rodar una hora que fue clave para adivinar y memorizar la trazada de esta singular versión del circuito.
Con la misma actitud de siempre que llueve, buscar un coche que me permita ir seguro en agua, di una vuelta increíble que me valió para quitarle la pole a Joaco por 37 milésimas, alegría que me duró otras tantas milésimas cuando mi jefe de filas me la arrebató cruelmente relegándome al segundo lugar de salida.
Salgo mejor que Sauron y me llego primero a la primera curva pero como voy con las gomas de seco y todavía no tengo cogido el feeling a la pista, me paso de cauto y acabo en segundo lugar.
En la primera vuelta nos repasamos un par de veces y aunque intento aguantar detrás por prudencia, no me encontraba cómodo y decido tirar de turbo para pasar y escaparme.
No se que le pasa a Sauron pero abro un hueco con el y Rodenas que ya fue cuestión de ir administrando hasta el final.
Apreté el ritmo para romper la carrera hasta que ya tenia el consumo muy negativo y decidí buscar un ritmo que no me hiciera perder demasiado pero si recuperar mucho combustible.
Llegó la lluvia demasiado pronto y me asaltaron las dudas, pues la idea era llegar hasta casi la mitad de carrera con las de seco y no llevábamos ni un tercio, por lo que me puse a vigilar a mis perseguidores para intentar copiar estrategias, pero no veia claros los tiempos para adivinar si habían parado (como eché de menos mi ingeniero con lo de “tal piloto entra en box”) así que antes de cagarla del todo por estar mirando cosas, decidí tirar hasta que fuera delicado rodar pero sin tomar riesgos.
Al final entré en la 10, una más tarde que Sauron y Carbonell pero una antes que Rodenas y creo que acerté porque a Rodenas no le fue muy bien y esa vuelta extra la noté hacia el final con la distancia a Carbonell.
De ahí hasta la meta todo fue controlar los 10 segundos con Carbonell, que luego pasaron a 12, 15, 19, 20… para acabar a más de medio minuto del segundo al entrar en meta.
Solo comentí un error y fue al doblar a Tuercas, que llevaba buen ritmo y no tenia intención de pasar si no me afectaba el gap con Carbonell, pero decidí pasarle para que no le sacara bandera azul y luego intentar separarme para no molestarle, pero me colé en la penúltima antes de meta y me di un peligroso paseo por el césped lo que me hizo decidir ir a mi ritmo sin pensar en los demás, que soy muy propenso a cagaditas estúpidas de esas.

Muy contento con una victoria que se me resistia y que, como no, tenia que venir con la lluvia, elemento que ya asocio a buenos resultados con regularidad.